octubre de 2020
Los impactos psicológicos de la pandemia han generado graves estados de estrés, ansiedad, ira, temor y frustración en la población. Por esta razón, se hace indispensable el fortalecimiento de las políticas de salud mental.
Los efectos negativos de la COVID-19 sobre el bienestar general de las personas ponen en evidencia la importancia del llamado de la OMS a los gobiernos para que no desatiendan la problemática de salud mental.
También para que estudien las necesidades de todos los sectores y garanticen el apoyo psicológico como parte de los servicios esenciales.
Según el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, satisfacer las necesidades de salud mental es una responsabilidad colectiva, ya que si no se toma en serio el bienestar emocional, los costos sociales y económicos serán prolongados.
En este sentido, ‘Habla Libremente’, una campaña mundial de salud mental, y Naciones Unidas impulsan la necesidad de aumentar la inversión en esta problemática.
La iniciativa promueve que cada país debería dedicar no menos del 10 % de su presupuesto nacional a este tema, que generalmente es menor del 2 %.
Invertir en salud mental de calidad trae un inmenso retorno financiero, ya que por cada US$1 invertido existe un retorno de US$4, asegura una investigación de ‘Habla Libremente’.
Sin embargo, solo el hecho de mejorar el bienestar de la sociedad supera cualquier retorno económico.
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En el lugar de trabajo
Las grandes compañías reconocen la relación entre la salud mental y la productividad, ya que está comprobado que aquellas que invierten en este aspecto retienen cuatro veces más personal.
También tienen más probabilidades de reducir el ausentismo, aumentar el rendimiento laboral y beneficiarse de las ganancias económicas asociadas.
“Los trabajadores pueden experimentar factores estresantes según su exposición al virus y su necesidad de equilibrar mayores exigencias en el trabajo y en el hogar”, aseguró a Xposible, Renato Oliveira de Souza, psiquiatra y jefe de la Unidad de Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud.
Por esta razón, para el funcionario este es un tema que las empresas no pueden permitirse ignorar y enfatiza en que las organizaciones deben ser fuertes defensoras de una salud mental positiva.
Así mismo, fomentar un cambio de cultura que elimine los estigmas y trabajar en estrategias que reduzcan los factores de riesgo relacionados con el trabajo.
“Los empleadores deben ser sensibles a los nuevos desafíos que enfrentan los trabajadores durante la pandemia, garantizando una comunicación de buena calidad, actualizada y precisa, brindando apoyo y facilitando el acceso a los servicios de salud mental y ayuda psicosocial”, afirma Oliviera de Souza.
Iniciativas como ‘Hora de cambiar la promesa del empleador’ y ‘La salud mental en el trabajo’ buscan cambiar la manera de pensar y de actuar de las empresas sobre esta problemática.
Ambas cuentan con el apoyo de gigantes como PepsiCo., Lloyds Banking Group y Unilever, que trabajan de la mano de los gobiernos para combatir los estigmas que presenta este tema en las compañías, sobretodo en esta época cuando los casos han incrementado sustancialmente.
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La salud mental de los colombianos en la pandemia
Si bien, en Colombia existe la Ley 1616 de 2013 y una Política Nacional sobre el tema desde 2018, cuyos contenidos se ajustan a los lineamientos internacionales, aún falta por solucionar la falta de acceso de la población a este tipo de servicios.
Astrid Arrieta Molinares, presidenta de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, afirmó en un comunicado de la Asociación, que luego de una emergencia como esta, en las sociedades se viene una segunda pandemia: la de salud mental.
Es así como, a junio de 2020, ya se han realizado más de 4.000 intervenciones a personas con padecimientos mentales durante la crisis, teniendo en cuenta el incremento del 20 % en los síntomas depresivos y ansiosos.
Igualmente, el aumento del 30 % de las consultas psicológicas, según datos del Ministerio de Salud.
Para combatir esto, se pusieron a disposición de los ciudadanos cuatro herramientas:
- La Línea 192 opción 4 con profesionales que brindan asesoría en salud mental las 24 horas.
- La aplicación para la teleorientación en salud mental en la página web www.way.com.co.
- Una guía de recomendaciones disponible en la página de la vicepresidencia realizada por expertos para la convivencia familiar y social en aislamiento.
- Una sección especializada en la página www.coronaviruscolombia.gov.co, con un repositorio de documentos, recursos y enlaces para el cuidado de la salud mental y emocional.
En Bogotá, 10 equipos de apoyo psicológico trabajan en la atención de emergencias emocionales en un programa liderado por la Secretaría Distrital de Salud a través de la línea de atención 106 ‘El poder de ser escuchado’.
Estas iniciativas constituyen el primer paso para el fortalecimiento de las estrategias y el manejo integral de prevención en salud mental, con el objetivo de responder a la crisis emocional de la población, ocasionada por la COVID-19.
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