julio de 2021
Según lo que muchos vaticinan, Colombia podría convertirse en la despensa agrícola del mundo. Para que eso suceda, hay una condición primordial: que el campo colombiano se dote de infraestructura y tecnología que permita a grandes y pequeños productores comerciar sus productos de manera eficiente.
En Latinoamérica, hay una iniciativa chilena fundada en 2016, con filial en Colombia, que puede acelerar esas condiciones. Se llama Instacrops y ha logrado aplicaciones en el agro tan importantes que no por nada se hace llamar el ‘Internet de las plantas’.
Es una plataforma de AgTech, es decir, tecnología aplicada a la agricultura. Su equipo se especializó desarrollando infraestructura del Internet de las Cosas y software que recoge e interpreta datos en más de 20 tipos de cultivos en tiempo real.
Instacrops es el ave fénix de Mario Bustamante, quien contó al diario La Tercera de Chile que antes de fundarla vendió 20.000 sistemas de circuitos para empresas públicas y privadas, hasta que se quedó sin fondos y quebró.
Con las deudas hasta el cuello, Mario leyó en un diario que uno de esos sistemas que había vendido había salvado a unos cultivos de heladas. Ahí entendió que debía dedicarse a hacer más eficiente el agro y mediante Instacrops pudo renacer en el mundo de los negocios.
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Instacrops tiene múltiples servicios, tanto físicos como virtuales. Uno es InstaWeather Plus, una estación meteorológica que mide todos los parámetros agroclimáticos esenciales para monitorear el campo de forma eficiente.
A través de este servicio, el agricultor recibe información de forma temprana para proteger sus cultivos. Genera alertas de variables climáticas que ayudan a controlar procesos productivos, además de entregar reportes diarios de forma automatizada.
Otra es InstaSoil, un servicio de riego de precisión con el que es posible monitorear la humedad y temperatura de suelo de los cultivos. Permite gestionar el tiempo y frecuencia de riego en forma eficiente, logrando un ahorro de hasta un 35 % en agua. Con InstaSoil se puede medir la calidad de los riegos a través de la medición de conductividad eléctrica y el pH de los cultivos.
El año pasado, Instacrops inauguró sus operaciones en Colombia, en medio de la incertidumbre que generó la pandemia. “Sin embargo, uno de los retos en los que estamos trabajando es generar la confianza y curiosidad por parte del agricultor, queremos agregar valor y hacerlo más productivo”, cuenta Julio Rodríguez, Country Manager de Instacrops en Colombia.
En el caso colombiano hay factores asociados a la infraestructura del campo y de las telecomunicaciones que dificultan la implementación de Instacrops. “Evidentemente hay un problema en la conectividad, el acceso a Internet no se ha democratizado. Sin embargo, también generamos los reportes en mensajes de texto para que los agricultores tomen decisiones”, dice Rodríguez.
“En el campo hay cierta resistencia a implementar la tecnología. Sin embargo, Instacrops nació para ser un aliado del campo y la agricultura”, asegura Rodríguez.
En total, Instacrops ha procurado un ahorro de 5,3 billones de litros de agua en cinco años en toda Latinoamérica en más de 20 tipos de cultivos. Es decir, el agua que utiliza Nueva York en 3,8 años aproximadamente.
Además, Instacrops ha registrado un aumento estimado entre el 20 % y el 30 % en los cultivos que utilizan sus productos. La rentabilidad de los mismos ha crecido en alrededor de 2,5 % y los costos se han reducido en un 22 %.
Esa reducción de costos es notoria en un tiempo relativamente corto. Un pequeño agricultor con pocas parcelas hace una inversión en equipos y tecnología de aproximadamente $5 millones y obtiene un retorno de la misma en ocasiones en el transcurso de un año.
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En América Latina, Instacrops ha instalado más de 800 equipos y más de 1.500 usuarios en la plataforma. Los equipos electrónicos de precisión son autónomos energéticamente porque utilizan energía solar, por lo que no generan costos extra en gasto energético.
Entre Chile, México, Perú, Argentina, Guatemala y Uruguay Instacrops tiene más de 270 clientes. “Estamos creciendo a un ritmo del 40 % anual”, cuenta Rodríguez.
En una ronda de inversión, Instacrops levantó US$2,8 millones. “Los invertiremos expandiéndonos en Colombia y México, robusteciendo la tecnología, mejorando productos y fortaleciendo equipos”, dice Rodríguez.
En cinco años en el mercado, Instacrops ha vendido US$3,5 millones y espera duplicar su crecimiento a finales de 2021, abriendo una nueva ronda de inversión para expandirse a nuevos mercados.
Instacrops trabaja con asociaciones y federaciones de agricultura colombianas para mejorar el rendimiento de los cultivos en condiciones especiales. Ha puesto el foco en la producción de un proyecto de limón tahití en el Espinal, Tolima, y otro de aguacate hass en Urrao, Antioquia.
En últimas, Instacrops es la productividad aplicada a través de la innovación, que combina lo mejor de dos mundos, el contemporáneo y el antiguo. Es la aplicación de tecnología de punta y analítica de datos al servicio de la agricultura, un oficio fundamental para la humanidad, que nos provisiona de comida a todos y que data desde hace miles de años.
Categoría: Inspiración