septiembre de 2020
Reinventarse es una de las claves para llegar al éxito empresarial, sin embargo, la visión de crecimiento y desarrollo de las compañías se ha unido a la necesidad de direccionar la mirada hacia el cumplimiento de metas que aporten a la calidad de vida de las comunidades desde un enfoque ambientalmente responsable.
En Colombia el compromiso de las organizaciones se maximiza especialmente porque el país es la segunda región más biodiversa del mundo (Inventario Básico de Diversidad – UN 2019) por lo que urge la necesidad de reducir el impacto y deterioro al que se han expuesto en los últimos años los entornos naturales.
¿Qué se ha hecho por la protección de la biodiversidad en Colombia?
De acuerdo con el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) firmado en 1993 por 193 naciones del mundo, las acciones del ser humano deben priorizar la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa de los recursos genéticos.
Para lograr este propósito, el Estado junto con pequeñas y grandes empresas que tienen un alto impacto ambiental en sus procesos de producción, han unido sus esfuerzos para gestionar prácticas sostenibles en pro del bienestar de la población y de la biodiversidad.
Algunas prácticas empresariales que su modelo de negocio puede poner en práctica son:
- Reducir el uso de pesticidas y fertilizantes.
- Reducir, reutilizar y reciclar los insumos de sus procesos.
- Cosechar alimentos de forma sostenible.
- Reducir el consumo de energía en los procesos de producción.
- Reforestar las zonas empleadas para cultivar.
- Desechar los productos contaminantes correctamente.
Negocios verdes, aliados de la biodiversidad
En Colombia las pequeñas y medianas empresas también se han unido a la gestión de prácticas empresariales a favor de la protección de la biodiversidad. De acuerdo con la Oficina de Negocios Verdes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en el país existen 1.414 negocios verdes que generan 21.053 empleos a nivel nacional que a su vez generan un impacto medio ambiental positivo.
Uno de estos emprendimientos es Bichópolis, un negocio que produce ácaros como insumo para el control de plagas y que evita el uso de pesticidas y químicos dañinos para el suelo y contaminantes para el humano.
Este negocio se consolidó en Tabio, Cundinamarca, donde inicialmente se generaban plagas para el sector floricultor, sin embargo, la idea de crear bichos que evitaran las plagas en otros cultivos creció y hoy este modelo de negocio ha consolidado alrededor de 70 alianzas estratégicas con pequeños y grandes productores mientras genera empleo para 34 profesionales de diferentes disciplinas en la región.
El Cerrejón y sus prácticas medioambientales
El Cerrejón Minería Responsable, es una compañía nacional dedicada a la explotación de carbón desde hace más de 30 años en el departamento de La Guajira. Por su alto impacto en el medio ambiente con acciones como la exploración, extracción, transporte, embarque y exportación de carbón, decidieron transformar su visión de negocio retribuyendo al suelo, el aire y el agua los recursos que por años fueron explotados para el beneficio de la nación.
Algunas acciones aplicadas por El Cerrejón involucran la creación del Programa de Monitoreo y Seguimiento de Fauna en el que, previo a los procesos de explotación de minerales, localizan e identifican las especies animales para reubicarlas.
En materia de protección del agua, Gabriel Bustos, Gerente de Gestión Ambiental de Cerrejón, explica que al estar ubicados en una región de escasez hídrica, la compañía estableció procesos de almacenamiento de agua, uso eficiente del agua en sus procesos y soluciones sostenibles para las comunidades más necesitadas.
Producción de palma sin contaminantes para la biodiversidad
Del Llano es una compañía nacional que desde hace 26 años ha producido aceite vegetal puro. En sus procesos de producción ha involucrado prácticas sostenibles a favor de la protección del suelo, las fuentes hídricas y el aire generando a su vez altos ingresos económicos para el país.
La compañía ha destinado sus esfuerzos en implementar tecnologías para evitar la generación de aguas residuales industriales con equipos de vacío limpio (evaporación de líquidos contaminantes), proceso en el que reutilizan el agua procesada reduciendo el consumo.
Los residuos generados en la siembra y cultivo de palma son reutilizados como material orgánico para el suelo. Para proteger el aire la compañía emplea gas natural que genera calor en sus procesos así no produce partículas sólidas contaminantes para la atmósfera y de esta forma reduce GEI.
Cada uno de estos modelos de negocio son un ejemplo a seguir por aplicar a sus prácticas empresariales acciones que, además de generar desarrollo económico y social de la región, preservan la biodiversidad del país.
Si su empresa aún no hace parte de esta tendencia a favor del medio ambiente, lo invitamos que se una a la gestión de ideas transformadoras para su comunidad y a la biodiversidad del planeta.
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