septiembre de 2020
En la búsqueda de generar nuevas alternativas que fomenten el uso de los residuos orgánicos y se reemplace el plástico por materias primas biodegradables, nacen en Colombia nuevos modelos de negocio que le apuntan a la transformación desde la innovación y la sostenibilidad.
Según la Oficina de Negocios Verdes del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en el país se han creado 1.414 negocios verdes, que generan alrededor de 21.053 empleos. Estas iniciativas promueven el crecimiento de bienes o servicios con impactos ambientales positivos, fomentan las buenas prácticas ambientales, sociales y económicas con un enfoque de ciclo de vida.
Así como los negocios sostenibles centran sus modelos de negocio en la búsqueda de soluciones de problemáticas ambientales, la sociedad empieza a identificar una oportunidad para ser parte de la transformación y el desarrollo a través de decisiones de consumo consciente y responsable. De acuerdo con la consultora internacional Nielsen, aquellos productos o servicios que involucran prácticas sostenibles y brindan atributos como calidad, desempeño superior, singularidad y modernidad, son de mayor preferencia para los consumidores. A nivel global el 73% de la población estaría dispuesta a cambiar sus hábitos de consumo para reducir el impacto en el medio ambiente por aquellos productos amigables con el planeta. En Colombia, el panorama también es positivo, puesto que el 47% de la población estaría dispuesta a cambiar aquellas marcas que no desarrollan prácticas sostenibles por productos ecológicos (Nielsen, 2019).
Purabox, una alternativa sostenible
Buscando una alternativa que mitigara el consumo de plástico, María Gómez se dio a la tarea de crear Purabox, consumo responsable, una empresa dedicada a la fabricación de utensilios como vasos, contenedores, tazones, pitillos o bowls a base de madera, hojas de palma, bambú y pulpa de papel como una opción innovadora capaz de biodegradarse.
Esta iniciativa que hoy cuenta con las certificaciones internacionales de U.S. Food and Drug Administration (FDA) y Forest Stewardship Council (FSC), también le ha apostado a la educación como estrategia para fomentar en la sociedad un pensamiento responsable con lo que consumen. Cumpliendo con este propósito, Purabox se ha dedicado a construir su oferta de valor alrededor de una cultura de reciclaje y compostaje con sus más de 300 clientes a nivel nacional.
“Como empresas debemos aportarle a la transformación de Colombia construyendo soluciones innovadoras que permitan mitigar el cambio climático y llegar a ser un país más sostenibles”.
María Gómez, gerente de Purabox, consumo responsable.
Innovación sostenible: Jáku, papel artesanal
En el 2017 nació Jáku, papel artesanal, una iniciativa que vio en los residuos orgánicos una oportunidad para aportar a la sostenibilidad ambiental desde un modelo de negocio innovador y transformador para Colombia. María Camila Moncada, artista plástica y fundadora de este emprendimiento compartió con Xposible el proceso artesanal por el que atraviesan los insumos orgánicos para transformarlos en papel con diseños, texturas y colores únicos. Inicialmente recolectan materias primas como cáscaras de naranja, hojas de piña, tallos de astromelias, zanahoria, apio o amero de mazorca.
Luego las seleccionan y lava para dar paso a un proceso mecánico en el que cortan, licúan y cocinan los materiales orgánicos hasta obtener una pulpa con textura liquida pero consistente. Esta consistencia se expande sobre un marco en forma rectangular y tras varias horas de secado, deja como resultado un lienzo delicado y listo para usar como tarjeta de invitación, regalo corporativo, libreta o simplemente como lienzos para dibujar o pintar.
Con tres años en el mercado Jáku, papel artesanal, se ha caracterizado por implementar prácticas artesanales utilizadas hace varios siglos en China, pero con el diferencial de llevar esta técnica milenaria a otro nivel. Moncada se alió con la Fundación Recojamos Semillitas, lugar que atiende alrededor de 50 niños de escasos recursos al sur de Bogotá, y que a través de Jáku encontró la oportunidad de generar ingresos adicionales aprovechando el talento y la creatividad de las madres cabeza de familia que integran a esta comunidad. Ellas aprendieron el arte de forrar y cocer las libretas que crea Moncada, aportando al proceso final de cada producto. Para Moncada, la alianza con la Fundación ha sido una oportunidad de crecimiento, optimización de procesos, generación de empleo para madres cabeza de familia y una alternativa sostenible para la Fundación.
“Le apostamos a comercializar nuestro papel a emprendedores y empresarios que desean involucrar una mentalidad ecológica en sus procesos”.
María Camila Moncada, artista plástica y fundadora de Jáku, papel artesanal.
Este emprendimiento cuenta con 10 clientes aliados, por lo que se proyectan mejorar su capacidad de producción. Así mismo buscan aliarse con más entidades que les permita seguir trabajando por el crecimiento sostenible del país.
Estos modelos de negocio son un referente de que sí Xposible transformar a Colombia desde la innovación y la sostenibilidad con acciones contundentes que construyen oportunidades y crecimiento para el país.
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